1. Celestiales moradores, descended hasta el altar Nuestro canto el aire llene y al amorde los amores enseñadnos a cantar. Gloria a Cristo sin cesar, gloria a Cristo en el altar. 2. Celebrad, oh Serafines, el misterio de su Amor. Bendecid, oh Querubines, las finezas del Señor. Inflamado en fuego santo, suene un solo inmenso canto: Gloria a Cristo... 3. Canta, oh Sión, en dulce acento, a tu Rey, a tu Señor; que en el Santo Sacramento con nosotros se quedó. Por su amor, santificada, nuestra lengua emocionada, diga el himno sin cesar: Gloria a Cristo en el altar.