Harto de tanta porfia
sostengo veyir tan fuerte
qu'es triste el ánima mia
fasta que venga la muerte
Fin hara la profecia
dada por mi la muerte
qu'es triste el ánima mia
fasta que venga la muerte
En tus manos la mi vida
encomiendo, condenado.
Ten piedad merecida
por que m'has desamparado.