Ave María, contigo es el Señor; en este día escucha mi clamor. Purísima te llamas, dulcísima te muestras; ruega por nos oh Madre del buen Dios. Con alegría llegamos a tus piés, dulce María miradnos otra vez. Al pie de tus altares alegres nos postramos; recibe el don de nuestro corazón. A ti clamamos buscando tu favor; a ti juramos un inmortal amor. Queremos, oh Señora, y siempre desde ahora por ti vivir, o bien por ti morir.