De María
en el Cielo brilla
la blanca estrella
que me va a guiar.
Y con ella,
rumbo a la orilla,
va mi barquilla
sin temor del mar.
Aparta de tus ojos
la nube perfumada
que el resplandor nos vela
que tu semblante da.
Y vuélvenos María
tu maternal mirada
donde la paz, la vida
y el paraíso está.