Ducísima Virgen, del cielo delicia: la flor que te ofrezco recibe propicia. 1. Los valles alegra benéfico rayo del sol que engalana las flores de mayo. 2. Risueñas se abren y el cáliz asoma, y esparcen en torno balsámico aroma. 3. Así, agradeciendo su noble destino, la gloria publican del Dueño Divino. 4. Jasmín, azucenas, claveles galanos, de ofrenda servidme, venid a mis manos. 5. El alma, Señora, yo pobre aunque soy, con todas mis ansias rendido te doy. 6. Mi afecto sencillo recibe amorosa que en solio esplendente nos miras piadosa. 7. Propenso tu oído mis voces atienda y admita cual madre, tu seno, mi ofrenda. 8. Tu rostro apacible mi vista descubra y en tanto, dichoso, tu manto me cubra.