Virgen Santa de la Providencia Madre de clemencia, honor del Caribe; Protectora Borinquen te aclama, Patrona te llama y a tu amparo vive. Los boricuas, tus hijos amados, llegan confiados a buscar los bienes que les brinda con todo cariño por tu mano el Niño que en los brazos tienes. Ese Niño que reposa en calma despierto en el alma en Borinquen sueña y se alegra de que hayas querido por trono escogido tierra borinqueña. Puerto Rico te tiende su brazo, sólo en tu regazo descansar añora; y te pide que sigas constante siendo en todo instante su fiel Protectora.