Tierra, entona tus cantares con dulzura y con fervor. Celestiales moradores, Cielos todos dad con ella mil loores al Señor. tributadle por sus obras alabanzas al Señor. De una Virgen ha nacido Cristo nuestro Redentor; quien nos guía, quien nos guarda deja el cielo y su esplendor. Él no busca tronos de oro, sólo quiso aquel pesebre pobre, frío, del portal. Porque quiso darnos gloria Él del cielo descendió; por librarnos de los males débil Niño nos nació. Él se hizo luz del mundo para darle vida al hombre. Demos todos gloria a Dios.