Amor que me cautivas con tu dulce mirar, tus plantas bendecidas voy rendido a adorar. Si tu amor no me das, ya muerto me verás. Ven a mí bella rosa, ven a mi corazón, no seas desdeñosa, no turbes mi razón. Dejaré de penar, si me quieres besar. Antes verás cansadas las olas de la mar, las noches estrelladas su brillo declinar, que de mi corazón se apague la pasión.