En no me querer la vida nin la muerte queda perdida mi suerte. La vida, por acabarme, de sí me va despidiendo: la muerte quiere dejarme porque máq muera viviendo. Tráenme tan de vencida vida y muerte qu'está perdida mi suerte. Que la muerte no me quiera en el vevir me paresce poque ninguno viviera que tal dolor padesciese. Y pues mi mal nonfenesce con la muerte, queda perdida mi suerte. Por más confusión me dar muerte y vida dan concierto, la muerte de no matar, la vida en que vivo muert: la vida da desconcierto que no acierte la muerte en darme la muerte.