Razón, que fuerza no quiere, me forzó a ser vuestro como so. Razón me fuerza serviros, siendo de grado contento; mas para merced pediros yo no tengo atrevimiento. Vuestro gran merecimiento me forzó a ser vuestro como so. Olvidaros sin que muera ni es posible ni yo quiero; si algun bien mi mal espera es el de que vos espero. Mi querer muy verdadero me forzó a ser vuestro como so. No temo tanto la muerte cuanto temo el enojaros: es mi fe tan firme y fuerte que siempre crece en amaros. La fuerza del desearos me forzó a ser vuestro como so. Otros temen un temor, yo temo cien mil temores; otros tienen dolor, yo mil penas y dolores. Amor de vuestros amores me forzó a ser vuestro como so. En sólo pensar en vos no m'acuerdo ya de í: tan hermosa os hizó Dios cuan penado vos a mi. La belleza que en vos vi me forzó a ser vuestro como so. La merced y beneficios que quiero que me otorguéis, que queráis de mis servicios serviros y me mandéis; Pues la gracia que tenéis me forzó a ser vuestro como so.